Lo más importante para el ser humano es el sentido de seguridad y la posibilidad de ser auténtico. Muchas veces las personas del mundo de hoy, viven inquietos porque no se sienten seguros en los ambientes sociales, por lo tanto, no se permiten ser auténticos, por miedo a ser juzgados o rechazados. En algunos contextos laborales, se tiene la creencia de que una persona es poco profesional si expresa sus emociones. Debido a esto, muchas personas tienen miedo de expresar lo que sienten, siguen la vida como si no pasara nada en su interior, se llenan de actividades para “no sentir” suprimiendo las emociones, lo que no permite que la energía vital fluya, afectando su sistema inmunológico.

Lo cierto es que las emociones son lo que son, aparecen como respuesta del movimiento en la interacción con el contexto, son como una brújula que nos dice en dónde está la persona  y lo que  necesita para su bienestar y la supervivencia.

CENTROS DE PODER

Las personas tienen tres centros de poder que les permiten hacer consciencia de sí mismos:

1. El pensamiento, donde se encuentran las creencias e ideas que le permite a la persona ponerse en acción, canalizando la energía vital.

2. las emociones, el centro de la compasión, le permite comprender para qué está esa emoción en este momento de la vida y entender su necesidad, por ejemplo: La IRA tiene relación con la necesidad de protección, llevará a la persona a defenderse  de alguna persona o situación que le hace sentir en peligro. La tristeza lleva a la persona a aislarse para soltar y pensar en el cambio y la transformación que implica la pérdida. Notar las emociones lleva a la persona a comprenderse a sí misma y al contexto, por lo anterior,  comprende a los demás.

3. El centro de poder es el cuerpo, que se manifiesta por medio de las sensaciones, cuando nos conectamos con él, podemos prevenir situaciones de conflicto, escuchando el cuerpo, podemos hacer consciencia y decidir salir de la situación para calmarse y pensar, luego tener una conversación productiva enfocada en las soluciones.

Cuando las personas integran sus centros de poder, tienen la capacidad de tomar decisiones que los lleve al autocuidado y el bienestar.

La invitación es a detenerse para notar las emociones por medio de las sensaciones del cuerpo, los pensamientos, las creencias, que le permite conectar consigo mismo para buscar la calma, entender la situación y orientar sus acciones de manera consciente y equilibrada.

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